Interesante población, alejada de Arén, y en las estribaciones del mismo valle donde se encuentran Santoréns y Pallerol, pertenecientes a Sopeira. Fue municipio propio hasta 1966.
Bajo las rocas de la Sierra de Sis, esta población se enrisca en un altozano que le servía de parapeto ante los posibles ataques. Sus estrechas calles configuran un casco antiguo donde se asientan casas de fuertes muros. En lo alto, todavía podemos apreciar restos del antiguo castillo del medievo incluyéndose dentro de la amplia red de fortificaciones que se levantaron en toda la comarca en los primeros siglos de la Edad Media. En la entrada de la población se alza la iglesia de San Juan Evangelista, con su esbelta torre, de origen románico.
Cabe destacar la ermita de la Virgen de Regatell, datada en el siglo XII, cuneta con una sola nave cerrada en ábside semicircular cubriéndose todo con bóveda de cañón, y la ermita de Santa Eulalia, otra gran exposición del románico ribagorzano. De este pequeño templete procede un interesante frontal de altar donde aparece representada al Virgen de la Leche. En las cercanías se hallan pequeñas ermitas que configuran una travesía marcada.